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Toráh Diario

Foto del escritorYehoshúa (Jesús) Villarreal I.

La Alegría


“Un panal de miel son las palabras agradables, dulce para el alma y curación para los huesos.” Mishlé (Proverbios) 16:24 Tanaj-Ketubim


Este maravilloso y exquisito proverbio nos deja ver por la rendija de la vida la simbiosis de dos mundos: el alma y el cuerpo. Estos suelen presentarse ante el ojo humano como “antagónicos”, pero en realidad ambos son el uno para el otro, análogos e inseparables como los diseñó el Adón de este mundo y de todos los mundos. Es como el aire que respiras, sólo es separado del cuerpo cuando es llamado para retornar y entregar la vida a la otra vida.


Antes de hablar de lo que es la consecuencia o el resultado del buen hablar, del buen hablante que va sembrando con sus palabras agradables semillas de alegría para todo aquel que un día tomó la decisión de ser feliz, sin sopesarlo con los eventos circunstanciales, ambivalentes que pudieran quebrar y marchitar su vida. Por lo tanto, antes de hablar de alegría y sus consecuencias generativas, es casi inevitable hablar de su opuesto que es la tristeza.


Dice la ciencia, que la tristeza es una de las emociones que más influencia tiene en nuestro metabolismo, con implicaciones de dolor, pena y aflicción que afectan nuestra mente. Los pensamientos tristes hacen que nuestro cerebro gaste más glucosa y oxigeno, por consiguiente esto afecta el apetito y produce en el cuerpo desgano y cansancio. Todo este cuadro emocional hace que desarrollemos distintos trastornos. Inclusive las kelipot (espíritus inmundos) comienzan a operar en la vida de una persona presa de los embates devastadores de la tristeza. La serotonina de nuestro cuerpo baja considerablemente hasta llegar a padecer enfermedades tales como: depresión, actitudes violentas y hasta tentativas de suicidio.


La tristeza es tan demoledora que no respeta rango, títulos o raza, de hecho ni los mismos tzadikim (justos) están exceptos de esta ola de oscuridad. Lo vemos con Yaacob cuando supo de la muerte de su hijo amado, el hijo de su vejez, Yosef. Entró en un cuadro depresivo por aproximadamente veintidós años, al punto que siendo un profeta de tan alto rango, nunca más pudo escuchar la voz de Hashem hasta que apareció Yosef. Podemos entender que Hashem se retira de una persona triste, ya que finalmente un espíritu de tristeza se apodera de la persona que insiste en seguir dentro de este pozo de oscuridad que ella misma elige para apartarse del Eterno. Veamos que registra la Torá de este evento:


“Yaacob rasgó sus vestiduras, se vistió de luto e hizo duelo mucho tiempo por su hijo. Todos sus hijos y todas sus hijas se levantaron para consolarlo, pero él se negó a consolarse. Dijo: Descenderé a la sepultura enlutado por mi hijo.” Bereshit (Génesis) 37:34


Sigamos con la ciencia para ver que nos dice con respecto a la importancia de la alegría. Esta tiene un gran impacto en nuestro organismo. A nivel emocional, podemos sentir alegría en diferentes formas: alegría eufórica, con llanto, con una gran satisfacción y muchos otros. Los científicos descubrieron que sentimos alegría en nuestros neurotransmisores, estas son pequeñas células químicas llamadas “mensajeras” que transmiten señales entre las neuronas y otras células del cuerpo. Estos neurotransmisores son responsables de los procesos y sentimientos en casi todos los aspectos del cuerpo, desde el flujo sanguíneo hasta la digestión. Cada emoción que sientes afecta tu cerebro. Cuando estás alegre el cerebro recibe la señal para liberar estos químicos en el sistema nervioso central, lo que causa reacciones en otros sistemas del organismo, por ejemplo, en el sistema circulatorio. La liberación de dopamina y serotonina son dos tipos de neurotransmisores en el cerebro, ambas sustancias químicas están fuertemente asociadas a la felicidad. También se activa el lóbulo frontal conocido como “el panel de control” del cerebro, que monitorea nuestro estado emocional, mientras que el tálamo participa en cómo se ejecutan las respuestas emocionales. El beneficio de estar alegre crea un estilo de vida más saludable; mejora el sistema inmune, combate el estrés, el dolor y aumenta la longevidad.


“Más todos aquellos que depositan su confianza en tí han de alegrarse, han de cantar jubilosamente por siempre; tú has de cobijarlos, y aquellos que aman tu Nombre se regocijarán en Tí.” Tehilim (Salmos) 5:12

Bueno es estar alegre y gozoso. Todos aquellos que son portadores de buenas nuevas, aquellos que llevan su alforja cargada de palabras agradables son como la Torá…más dulce que la miel. El Eterno anda en busca de gladiadores que están dispuestos a pelear “la buena batalla de la fe”. Recuerda que en toda batalla que libras cada día en tu vida, Hashem va delante de tí, porque Él es el que pelea por tí…


Regocijaos y danzad de gozo, porque he aquí vuestra recompensa será grande en el cielo, …” Hilel (Lucas) 7:23 Asofer Hamaljutí (Código Real)



Por Yehoshúa Villarreal I.

Con la autoridad del Rab Dan ben Avraham.



 
Yehoshúa Villarreal I.

Es Licenciado en Filosofía y Letras de la Universidad del Zulia. Artista sinestésico que conjuga la música, la pintura y la literatura, cuyas obras están en museos como el MEAM-España, Museo Boca Raton-USA y el MACZUL-Venezuela. Graduado de la Escuela de Arte Julio Arraga y estudió en el Conservatorio de Música José Luis Paz en Maracaibo-Venezuela. Jazán de la comunidad B’nei Tzion de Miami.



Yehoshúa Villarreal I.